¿Sabías que el frío y la calefacción pueden resecar y dañar la delicada piel de tu bebé en invierno? En esta temporada es crucial implementar medidas para proteger adecuadamente su piel y mantenerla suave y saludable. A continuación te compartimos una guía completa con consejos prácticos para cuidar la piel de tu pequeño durante los meses más fríos.
Hidratación diaria: un paso fundamental
La piel de los bebés tiende a resecarse fácilmente durante el invierno debido a los cambios bruscos de temperatura y el aire seco. Por ello, es fundamental mantener una hidratación adecuada. Puedes utilizar cremas o lociones específicas para bebés, que sean hipoalergénicas y libres de perfumes o sustancias químicas agresivas; y aplicarlas justo después del baño, cuando los poros de la piel están abiertos y pueden absorber mejor el producto.
Para los bebés con piel muy seca o propensa a la dermatitis, puedes optar por bálsamos más espesos o productos que contengan ingredientes como glicerina, aceite de coco o manteca de karité. Pero si la piel de tu bebé presenta zonas extremadamente secas o descamadas, consulta con el pediatra sobre el uso de cremas más específicas, como aquellas con ceramidas o urea en concentraciones bajas.
Evita baños largos y con agua muy caliente
Aunque un baño caliente parece ideal para combatir el frío, el agua demasiado caliente puede eliminar los aceites naturales que protegen la piel del bebé, dejándola seca y propensa a la irritación. Opta por baños cortos, de no más de 10 minutos manteniendo el agua a una temperatura tibia, entre los 36 y los 38 grados Celsius.
Si tu bebé tiene el cuero cabelludo seco, considera el uso de un champú hidratante para prevenir la aparición de costra láctea, la cual suele empeorar en invierno. Además, procura utilizar jabones suaves y específicos para bebés, preferiblemente sin sulfatos ni parabenos, para evitar alterar el pH de la piel. Y recuerda secar el cuerpo de tu bebé con toques suaves, sin frotar, para evitar irritaciones.
Protege las áreas expuestas al frío
Algunas de las zonas más expuestas al viento y las bajas temperaturas son el rostro, las manos y los labios del bebé, así que, antes de salir al exterior, procura aplicar una capa fina de crema protectora en estas áreas. Busca productos que contengan cera de abejas, lanolina o aceites naturales que actúen como barrera contra el viento y las bajas temperaturas. Los bálsamos específicos para bebés son una excelente opción para evitar labios agrietados que podrían causar incomodidad. Además, los guantes suaves hechos con materiales transpirables y no irritantes también son una gran alternativa para proteger sus manos del frío.
Elige ropa adecuada y transpirable
La elección de la ropa es crucial en invierno. Es recomendable vestir al bebé en capas, ya que esto permite ajustar su temperatura conforme sea necesario. Asegúrate de que las prendas que están en contacto directo con su piel sean de materiales suaves y naturales, como algodón o bambú, que sean transpirables y no irriten ni causen alergias.
Evita el uso de telas sintéticas o lanas directamente sobre la piel, ya que pueden provocar picazón o erupciones. Y cerciórate de que la ropa no esté demasiado ajustada, ya que podría causar incomodidad a tu bebé. Además, presta especial atención en calcetines y guantes, si notas que se humedecen por el sudor o el clima, cámbialos de inmediato, pues la humedad combinada con el frío podría irritar la piel y favorecer la aparición de eccema.
Mira el episodio 19 del Podcast de bbtips®: Descubriendo las maravillas de la piel de tu bebé
Cuida la temperatura y humedad en casa
En invierno, las calefacciones suelen resecar el ambiente, lo que puede afectar la piel sensible del bebé. Para contrarrestar este efecto, utiliza un humidificador en la habitación para mantener un nivel adecuado de humedad. Asegúrate de limpiarlo regularmente para evitar la proliferación de bacterias o moho. Además, procura mantener la temperatura de tu casa entre 20 y 22 grados Celsius, evitando cambios bruscos que puedan irritar la piel del bebé.
Presta atención a las zonas propensas a la irritación
El cuello, los pliegues de las piernas, las axilas y el área del pañal son de las zonas más susceptibles a la irritación debido a la acumulación de humedad o fricción. Y durante el invierno estas zonas requieren de cuidados adicionales. Asegúrate de limpiarlas y secarlas adecuadamente para prevenir la irritación o la aparición de dermatitis. En el caso del área del pañal, aplica una crema protectora a base de óxido de zinc para prevenir rozaduras y mantener la piel protegida de la humedad.
Evita el contacto con productos agresivos
El uso de detergentes, suavizantes de ropa y productos de cuidado personal con fragancias o ingredientes químicos pueden irritar la piel del bebé. Procura utilizar detergentes hipoalergénicos y específicos para ropa infantil, y asegúrate de enjuagar bien las prendas para eliminar cualquier residuo.
Protección solar también en invierno
Aunque el sol parece menos intenso en invierno, los rayos UV pueden dañar la piel del bebé, especialmente si hay nieve, que refleja la luz solar. Si planeas salir al aire libre, aplica a tu pequeño un protector solar específico para bebés en las áreas expuestas, incluso en días nublados. Elige un protector solar mineral con óxido de zinc o dióxido de titanio, ya que son menos propensos a causar reacciones alérgicas.
Atención a señales de alerta
Si notas que la piel de tu bebé presenta sequedad severa, enrojecimiento persistente, descamación, grietas o erupciones, es importante consultar al pediatra o dermatólogo infantil. Estos síntomas podrían indicar problemas como dermatitis atópica, eczema o infecciones que requieren tratamientos específicos. Evita aplicar remedios caseros sin la recomendación de un especialista, ya que algunos ingredientes naturales pueden ser irritantes para la piel del bebé.
La importancia de una buena alimentación e hidratación
Aunque los bebés pequeños obtienen toda su hidratación a través de la leche materna o fórmula, es importante que los que ya consumen alimentos sólidos beban suficiente agua durante el día. Una buena hidratación desde el interior también contribuye a una piel saludable. Además, una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y grasas saludables (como las del aguacate o pescado), proporciona nutrientes esenciales para el cuidado de la piel.
Como podrás notar, el cuidado de la piel del bebé en invierno requiere de atención y constancia, y no tiene por qué ser complicado durante la temporada invernal. Con estos consejos y recomendaciones podrás protegerla de los efectos del frío, el viento y el aire seco. Recuerda mantener una rutina de hidratación constante y prestar atención a cualquier señal de irritación o sequedad, no olvides que cada bebé es único, así que ajusta los productos y cuidados según cómo reaccione su piel.
Con estos cuidados, asegurarás que la piel de tu pequeño permanezca suave, sana y protegida durante toda la temporada invernal.
Referencias:
Stockhausen, Amy Lynn. Cómo evitar la sequedad de la piel en invierno en los bebés y niños pequeños. HealthyChildren.org, febrero de 2020, https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/skin/Paginas/Avoiding-Dry-Winter-Skin-in-Babies-and-Toddlers.aspx.
Barranquero Gómez, Marta, y Saraí Arrones. ¿Cuáles son los cuidados del bebé durante el invierno? Reproducción Asistida ORG, junio de 2024, https://www.reproduccionasistida.org/cuidados-del-bebe-en-invierno/.
Sánchez, Edith. Consejos para cuidar la piel del bebé en días de invierno. Mejor con Salud, mayo de 2023, https://mejorconsalud.as.com/consejos-cuidar-piel-bebe-invierno/.