Las frutas no solo le aportan a tu bebé vitaminas y minerales esenciales, también le permiten experimentar nuevos sabores y texturas, ayudándolo a crear hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana.
Gracias a su alto contenido nutricional –vitaminas como la A, C y varias del complejo B, así como minerales como el potasio y magnesio–, las frutas son fundamentales para una dieta equilibrada de los pequeños; además, son fuente de fibra, que ayuda a la salud del sistema digestivo.
¿Cuándo introducir fruta en la dieta del bebé?
Alrededor de los seis meses debe comenzar la alimentación complementaria en los bebés. La introducción de frutas debe iniciar después de que hayan sido introducidos alimentos más básicos, como los cereales, sin incidencias.
Lo ideal es comenzar con frutas suaves como el plátano, ya que puede ser fácilmente triturado y tiene un riesgo bajo de provocar alergias. Se recomienda introducir frutas nuevas poco a poco para poder monitorizar posibles reacciones alérgicas y permitir que el bebé se acostumbre a un nuevo sabor.
¿Cuáles son las mejores frutas por temporada?
Elegir alimentos de temporada no solo asegura que estén frescas y en su punto más nutritivo, también apoya a la agricultura local y reduce el impacto ambiental provocado por el transporte de alimentos.
Estos son los principales beneficios de consumir frutas de temporada:
- Las frutas y verduras de temporada brindan más vitaminas de manera natural, ya que se cosechan en su punto más alto de valor nutritivo, cuando la planta ha alcanzado su máximo desarrollo.
- El sol potencia el sabor y el aroma de estos alimentos, y al madurar de forma natural son más fáciles de digerir.
- Los productos de estación están alineados con las necesidades del cuerpo según el clima: en invierno, predominan los alimentos que aportan calor; y en verano, los que refrescan y ayudan a mantener la energía.
Durante la primavera y el verano, las frutas que más destacan son: fresa, limón, mango, melón, papaya, plátano, tamarindo, naranja, toronja, guanábana, manzana, piña, pera y sandía. Y en relación con las verduras, podemos encontrar una gran variedad como aguacate, nopales, coliflor, brócoli, espinaca, berros, calabacitas, acelga, lechuga, rábanos, espárragos, zanahorias, cebolla, ejotes, jitomate y pepino.
Mientras que en otoño e invierno podemos resaltar las manzanas y peras, fáciles de cocer y triturar, así como cítricos, naranjas y mandarinas, excelentes fuentes de vitamina C e importantes para fortalecer el sistema inmunológico.
¿Cómo elegir y conservar las frutas?
Saber cómo elegir las frutas y conservarlas es clave para poder aprovechar todos sus nutrientes y que su sabor sea el ideal para que lo disfrute el bebé. Aquí te compartimos una pequeña guía:
Al elegir…
- Percibe el aroma de las frutas; deben oler fresco y agradable.
- Observa su color: por ejemplo, los plátanos muy maduros tienden a volverse marrones.
- Verifica que no tengan golpes, manchas, abolladuras o zonas magulladas.
- Las verduras de hoja verde deben sentirse firmes y crujientes; si presentan manchas o un color apagado, probablemente estén pasadas o marchitas.
- Al elegir jitomates o frutos rojos, selecciona los más maduros si los vas a consumir ese mismo día; y los menos maduros para consumirlos después.
- Opta por una variedad de frutas y verduras de distintos colores para asegurar una buena diversidad de nutrientes en la alimentación.
Para conservar…
- Guarda las frutas y verduras por separado para que se mantengan frescas por más tiempo.
- Antes de refrigerar las verduras, límpialas bien con un cepillo y asegúrate de secarlas completamente.
- Las frutas que aún no maduran pueden conservarse a temperatura ambiente hasta que estén listas para comerse.
- Si deseas ahorrar tiempo, puedes pelar y cortar frutas y verduras, y guardar las porciones que no consumas en bolsas con cierre o recipientes herméticos para prolongar su frescura.
Mira el Episodio 4 de la Temporada 2 del Podcast de bbtips®: Guardería vs. Cuidado en Casa, ¿qué es mejor para mi bebé?
Receta: papilla de plátano
Te compartimos la receta de una deliciosa papilla de plátano, deliciosa y perfecta para tu bebé.
Ingredientes
- 1 plátano maduro
- Leche materna o fórmula
Instrucciones
- Selecciona la fruta: elige un plátano maduro, ya que son más fáciles de digerir y más dulces.
- Pela el plátano: pela el plátano y asegúrate de quitarle las hebras.
- Tritura: coloca el plátano en un plato y utiliza un tenedor para aplastarlo y darle consistencia de puré
- Agrega la leche: conforme vayas triturando el plátano puedes ir agregando la leche hasta conseguir una textura suave. Este paso es opcional, ya que el plátano tiene una textura cremosa.
- Verificar la Textura: la papilla debe ser suave y sin grumos. Si lo consideras necesario, pásala por un colador para que esté lo suficientemente fina para tu bebé.
- Servir: ofrece la papilla con una cucharita pequeña y, si es la primera vez que tu bebé come plátano, observa cualquier signo de reacción alérgica.
Tips:
- El plátano machacado tiende a oxidarse rápido, por lo que cambia de color rápido y se vuelve menos apetecible, aunque no se estropea. Lo ideal es que se coma al momento.
- La receta puede variar si la mezclas con otras frutas, como pera o manzana cocida, siempre asegurándote de que todas las frutas estén bien limpias.
- Conforme tu bebé crece, puedes hacer la papilla un poco más gruesa, para ayudarle a adaptarse a texturas más sólidas.
Siempre asegúrate de seguir pautas de seguridad alimentaria para evitar el riesgo de asfixia, que la preparación tenga una consistencia que el bebé pueda manejar, de acuerdo a su etapa de desarrollo. Y no olvides consultar con pediatra de tu pequeño, antes de introducir un nuevo alimento en su dieta.
REFERENCIAS:
A partir de los seis meses de vida se deben consumir verduras y frutas (2015)
Frutas y verdura de temporada, sabor, nutrición y calidad (2019)
Como sano, variado y suficientes frutas y verduras de temporada
Nutrición en la niña y el niño menor de 1 año (2015)
https://www.gob.mx/salud/en/articulos/nutricion-en-la-nina-y-el-nino-menor-de-1-ano
