Durante el embarazo, es necesario que un gineco obstetra le dé seguimiento al desarrollo de tu bebé y a tu salud, buscando los signos que así lo indican.
El especialista podrá solicitar en ciertos momentos estudios de sangre, orina y ultrasonidos, para corroborar que todo esté avanzando como debe. Es por esto que la comunicación con tu médico debe ser estrecha, para aclarar todas las dudas y él brinde las recomendaciones pertinentes.
Estos son algunos signos que indican que algo puede andar mal y que es necesaria la atención médica inmediata:
Sangrado vaginal: en ocasiones, algunas mujeres tienen unas pocas gotas de sangre durante las primeras semanas del embarazo, causadas por relaciones sexuales, una posible infección, la implantación del embrión en el útero, cambios hormonales o en el cuello del útero. Si bien esto no es grave, se recomemienda informar al médico tratante. Pero si hablamos de un sangrado más abundante durante el embarazo, puede ser signo de un aborto espontáneo, de un embarazo ectópico, de anomalías en la placenta o parto prematuro.
Pocos o nulos movimientos fetales: después de las 20 semanas de embarazo, los movimientos fetales se sienten intensamente y estos no deben detenerse ni disminuir hasta el final del embarazo; aunque al final reducen un poco, pues el bebé ya no tiene tanto espacio para moverse.
Fiebre o infección: la fiebre de 38 grados o más durante un par de días, además de que puede dañar al feto, puede ser signo de infección, la cual debe ser tratada. Dolor, molestias o sangre al orinar podrían indicar una infección de las vías urinarias.
Prurito: durante el embarazo puede presentarse comezón en el vientre, caderas u otras áreas; esto generalmente está asociado a cuestiones de la piel. Pero una comezón o picor intenso en las plantas de los pies y las palmas de las manos pueden ser signos de una patología hepática llamada colestasis intrahepática y debe ser atendida por un especialista.
Dolor abdominal: si se presenta acompañado de náuseas y vómitos, o solo la molestia, durante el embarazo el dolor abdominal continuo puede ser señal desde una gastroenteritis hasta una apendicitis. También puede ser signo de padecimientos que ponen en riesgo a madre e hijo, como un embarazo ectópico, desprendimiento de placenta o una torción ovárica, que requieren de atención médica inmediata.
Pérdida de líquido amniótico en forma prematura: ante la salida de líquido por la vagina, es necesario consultar al médico, ya que puede ser que el saco amniótico se haya roto y el parto sea inminente.
Preeclampsia: un dolor de cabeza persistente, alteraciones visuales, zumbido en los oídos o hinchazón de tobillos, cara o manos, podrían ser una señal de preeclampsia, una grave condición de las embarazadas que se caracteriza por un exceso de proteínas en la orina y presión arterial alta, y que es indispensable que sea tratada por un médico.
Contracciones antes del tercer trimestre: A finales del segundo trimestre y durante el tercer trimestre, las mujeres embarazadas experimentan unas contracciones no dolorosas y frecuentes, llamadas contracciones de Braxton-Hicks. Esto es normal y no es para preocuparse. Sin embargo, si hay contracciones frecuentes cada 10 minutos o menos, mucho tiempo antes de la fecha aproximada de parto, es importante acudir con el médico, pues puede tratarse de un parto prematuro.
Cualquier otro síntoma o inquietud, no dudes en llamar al médico, lo más probable es que todo se encuentre en óptimas condiciones.
