En la alimentación complementaria la introducción de los alimentos sólidos debe ser gradual, para que, poco a poco, el bebé se vaya acostumbrando a masticar.
Alrededor de los siete u ocho meses ya es capaz de triturar. Ofrécele al final de la toma una cucharadita de fruta rallada para que comience a realizar esta acción.
Está aprendiendo a ingerir de una forma nueva. Por lo tanto, no introduzcas demasiada comida en su boca.
Durante la salida de los primeros dientes muchos niños sienten una gran necesidad de morder cualquier objeto. Es el momento para animarlo a masticar, dale verdura o fruta cocida en trocitos.