Hoy más que nunca las mujeres y sus parejas pueden decidir cuándo y cuántos hijos desean tener. Sin embargo, en algunas ocasiones el embarazo se puede dificultar o simplemente no se logra teniendo relaciones sexuales frecuentes. En México, una de cada cinco parejas en edad reproductiva presenta en alguna etapa de su vida problemas de fertilidad.
Afortunadamente hoy en día existen las técnicas de reproducción asistida, que son efectivas y logran embarazos exitosos y nacimientos de bebés sanos. La inseminación asistida, que se conoce comúnmente como inseminación artificial, es una opción para parejas que no han logrado un embarazo después de un año de tener relaciones sexuales sin utilizar métodos anticonceptivos.
La inseminación intrauterina es con frecuencia uno de los primeros tratamientos para infertilidad que los médicos y pacientes eligen. Es un procedimiento sencillo e indoloro, que consiste en colocar espermatozoides dentro del útero de la mujer, con el fin de que alcancen un óvulo y lo fertilicen sin obstáculos en el camino. Antes de ser inseminado, el semen pasa por un proceso denominado lavado de esperma, que recoge una cantidad concentrada de espermatozoides sanos.
Según sea la causa de infertilidad, se podrá realizar este procedimiento en los días fértiles de la mujer o hacerlo al estimular la maduración y la ovulación con medicamentos.
Los casos en los que está indicada una inseminación intrauterina son los siguientes:
-Infertilidad sin causa aparente: se realiza a menudo en estos casos, junto con medicamentos inductores de la ovulación.
-Infertilidad relacionada con la endometriosis: se utilizan medicamentos para obtener óvulos de buena calidad y se realiza el procedimiento en el momento preciso.
-Infertilidad de factor masculino leve: cuando el semen del hombre tiene poca concentración de esperma, movimiento débil de los espermatozoides o éstos tienen anomalías.
-Infertilidad de factor cervical: cuando el moco cervical sea tan denso que dificulte el desplazamiento de los espermatozoides o una cicatrización, como la provocada por una biopsia u otros procedimientos, provoque que el cuello uterino no permita a los espermatozoides pasar más allá.
-Infertilidad de factor ovulatorio: cuando la mujer tiene problemas con la ovulación, tales como una ausencia de ovulación o un número reducido de óvulos, se utiliza simultáneamente a medicamentos que estimulan la ovulación.
-Esperma de un donante: en los casos en que el semen no cuenta con espermatozoides, o estos no son viables, se realiza este procedimiento con esperma de un donante. También se utiliza en mujeres que no cuentan con una pareja masculina.
La inseminación intrauterina no toma más allá de 15 minutos y se puede realizar en un consultorio. El procedimiento se realiza con la mujer recostada en una camilla de exploración, se coloca un espéculo en la vagina, como el que se usa para hacer un Papanicolau. A través de un catéter, que entra por la vagina y pasa por el cuello del útero, se impulsan los espermatozoides para que lleguen directamente al útero, donde se desplazarán con mayor facilidad hasta el óvulo.
Ante dificultades para lograr un embarazo o alguna duda al respecto, es necesario consultar a un especialista.
