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El primer parto: ¿Cómo se vive? La experiencia de una mamá real

Mamá recibe a su bebé en el hospital
Tiempo de lectura: 4 minutos

Mi primer parto, el inicio de la gran aventura

Ser mamá primeriza es toda una aventura y experiencia única e irrepetible. Todo comienza desde que esa prueba sale positiva o te llegan las sospechas iniciales de estar embarazada, justo ahí inicia la aventura que para cada mujer se vivirá de manera diferente. El parto es tan solo una etapa de esta nueva experiencia que vivirás de manera única.

Mamá primeriza a los 21 años

En mi caso, el primer bebé llegó a mis 21 años y con todos los síntomas posibles que, aunque me prometían iban a durar sólo los primeros meses, me acompañaron todo el embarazo. Ahí fue cuando entendí por primera vez que no todas lo pasamos igual y cada cuerpo y etapa de vida hacen que cada embarazo y parto sean diferentes.

Las dudas te atacan en todo momento

Aún recuerdo todas las dudas y preguntas que llenaban mi cabeza a diario, la mayoría de ellas iban enfocadas a la hora del parto. ¿Me iba a dar cuenta cuando por fin fuera hora de correr al hospital? ¿Debes de correr literalmente al hospital? ¿La fuente se rompe como en las películas? ¿Cómo se siente una contracción? ¿La epidural duele mucho?.

Ese era un combo de dudas que venían a mí a diario y conforme los meses avanzaban y nadie me sabía explicar cómo se sentía una contracción, la ansiedad aumentaba. Hasta que un día me di cuenta que mi vientre se ponía duro y aunque no sentía dolor había una pequeña presión en la cadera.

¡Ya es hora!

Uno siempre se prepara para ese gran día, la maleta ya estaba lista desde la semana 35 y también fue toda una experiencia ya que uno siente que se va a un viaje de semanas y ponemos de todo. Mi mejor recomendación es que consultes con tu ginecólogo u hospital, cuáles son las cosas que permiten ingresar y qué te proporcionan ellos.

Yo llevé pijama y bata, y la realidad es que el hospital no permitía que te quitaras su bata y tampoco tuve muchas ganas, ya que los primeros días después del parto no quería ni moverme.

En mi caso, el parto siempre fue planeado para que fuera vaginal, pero en una de las revisiones del último mes vimos que ya estaba dilatada con 5 centímetros y al revisar a la bebé el cordón se había enredado, por lo que el ginecólogo me indicó ingresar de inmediato al hospital para poder monitorear el progreso de la dilatación.

Cosas que debes saber

●    El último mes de embarazo suelen haber chequeos más constantes para que tu ginecólogo pueda identificar cómo viene el bebé y cómo se va preparando para que el parto llegue.

●    En cada revisión el doctor introduce su mano y con los dedos calcula el diámetro de dilatación que tienes, lo cual indica que el canal vaginal empieza a abrirse y prepararse para la expulsión.

●    Por lo general este proceso trae contracciones y una presión fuerte que se siente muy cercana a la pelvis ya que el bebé se acomoda de tal manera que empieza a ejercer presión. En mi caso, esta presión y contracciones no generaron dolor, sólo incomodidad.

●    Cada mujer siente y percibe el dolor o molestia de la contracción de manera distinta y, sobre todo, su tolerancia al dolor es diferente.

●    Te sugiero ir rasurada o depilada ya que, en caso de no ir así al hospital, las enfermeras lo harán por ti.

●    Si el parto es vaginal, pondrán un supositorio o enema para que expulses todo residuo de tus intestinos.

Estos datos nadie me los contó y me hubiera encantado saberlos ya que en ese momento prefieres saberlo a que te sorprenda cada paso.

Mi parto vaginal terminó siendo una cesárea de emergencia ya que los signos vitales de la bebé indicaban estrés por el cordón umbilical enredado. Por lo que a mis 6 centímetros de dilatación recibí la epidural ya estando en el quirófano en preparación para realizar la cesárea.

Ahora pienso que hubiera sido buena idea estar informada y haber preguntado sobre el proceso de una cesárea para que, en caso de una emergencia como ésta, no estar el triple de asustada al entrar en un procedimiento desconocido y no planeado.

¿Duele la epidural?

Recuerda, cada mujer lo siente de distinta manera. En mis dos partos recibí anestesia y en ninguno de ellos sentí dolor o molestia alguna. Percibí la sensación cuando me la pusieron, pero lo explicaría como un hormigueo frío en la espalda.

Las incomodidades las sentí posteriores al parto ya que a veces con ciertas posturas, sentía calambres o un pequeño pellizco. Esto llegó a durar un año posterior al parto y no sucedía siempre, sólo en ocasiones.

Así que mi parto vaginal terminó siendo una cesárea de emergencia, en el momento no sentí dolor alguno y en mi primer parto la recuperación fue rápida aunque con dolores intensos los primeros días posteriores a la cirugía. Una vez dada de alta en el hospital, los dolores se convirtieron en molestias.

Es válido tener dudas y miedos, pregunta todo a tu médico ya que él será quién pueda guiarte de mejor manera y explicarte los procesos de tu hospital. Revisa todas las opciones y aunque tengas algo planificado, siempre pregunta por el plan B en caso de que el tuyo no suceda.


¡Nos leemos pronto!
 

Por Claudia Cuevas

Columnista, Terapeuta, Creadora de CavesGirls y socia fundadora de CIDEMx

Tengo 32 años, me dedico al mundo de la crianza y educación, escribo y creo contenido digital para mujeres desde hace 9 años. Mamá de dos bellas y latosas criaturas. Apasionada de la productividad y organización, el autocuidado y todo lo que implica ser mujer en esta época.

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