Diabetes gestacional, ¿qué puedo comer?: Do’s y Dont’s en alimentación
Cuando se presenta la diabetes gestacional algunos cambios pequeños pueden tener grandes resultados, por ejemplo, en tu plato de comida, la mitad o por lo menos la tercera parte deben ser verduras, hasta un cuarto del plato pueden ser carbohidratos como papas, pasta o arroz integral (prefiere siempre los granos integrales a las harinas blancas o refinadas) y la otra cuarta parte debe componerse de proteínas como carne, pescado o pollo.
Recuerda que en el embarazo, para prevenir infecciones, la proteína debe estar bien cocida y se debe preferir la carne magra a los embutidos, como por ejemplo las salchichas.
Los granos y cereales integrales, además de otorgar nutrientes y tener menos azúcar, aportan fibra que evitan el estreñimiento, contribuyen al desarrollo del bebé y evitan que el estómago de mamá se vacíe con rapidez. Los panes integrales son aquellos que están compuestos entre un 75 y 100% de granos integrales como centeno, cebada, avena y tienen baja o nula harina de trigo.
Los panes, granos y integrales son fáciles de distinguir porque tienen “cascaritas” contrario a la harina de trigo que es blanca y totalmente refinada, sí, esa que se usa para hacer pasteles.
Sabemos que tendrás muchos antojos, pero…
Si presentas diabetes gestacional es oportuno que vigiles tu consumo de carbohidratos y (a menos que tu médico lo indique) en la medida de lo posible evites jugos de frutas o vegetales y néctares, ya sean naturales o envasados, cereales para el desayuno con alto contenido de azúcar (sí, debes olvidar el “panecito” el “pastelito”, las galletas, las donas y en general la repostería), en esta categoría también entra el yogur con azúcares añadidos, en su caso prefiere aquellos que no tienen azúcar añadida y son bajos en grasa.
Por el contrario, puedes consumir los “carbohidratos lentos”, es decir, alimentos ricos en fibra con poca azúcar y harina refinada. Por ejemplo, el pan y los cereales integrales, verduras y legumbres (coliflor, brócoli, lechuga, espinaca, tomate, pepino, pimentón, apio, lechuga, acelga, espinacas, etc.) y frutas con bajos niveles de azúcar, todos estos alimentos aportan vitaminas, minerales, fibra y contribuyen a que te sientas satisfecha. En el caso de los lácteos prefiere aquellos sin azúcares añadidos o bajos en grasa. En el supermercado podrás encontrar diversas opciones.
¿Tienes sed?
Para saciar la sed, no hay nada mejor que el agua simple. Si de plano se te antoja algo de “saborcito” puedes aromatizarla con rodajas de pepino o cítricos como naranja, limón, lima o incluso considerar añadir alguna ramita de menta o hierbabuena.
Recuerda siempre lavar y desinfectarlas antes de hacer las infusiones. Evita siempre añadir azúcar al agua.
Finalmente…
Esperamos haber respondido tu pregunta: “Ahora que fui diagnosticada con diabetes gestacional, ¿qué puedo comer?”
Debes de cuidar la ingesta de grasas saturadas y preferir alimentos con grasas no saturadas. Aguacates, nueces sin sal, aceites vegetales y semillas diversas son buenos ejemplos de grasas no saturadas.
Si vas a sazonar algo prefiere los aceites vegetales en poca cantidad a mantequilla o manteca de cerdo. Una excelente opción son los aceites que vienen en aerosol. Si padeces presión alta también debes tener cuidado con tu consumo de sal, incluidos los refrescos de dieta y el agua mineral, los quesos enteros y la crema (tanto ácida como dulce).
Tal vez de inicio el cambio de hábitos pueda costarte un poquito. Desde acá te animamos mucho a que hagas estas pequeñas acciones que con el tiempo se harán hábitos y serán benéficos, tanto para ti como para tu bebé y toda tu familia.
Pero sobre todo, POR FAVOR, consulta a tu médico y coteja con él toda la información que llegue a tus manos, recuerda, cada embarazo es diferente.
¿Qué te han parecido estos tips? ¿Has implementado alguno? Por favor, no dejes de contarnos tus experiencias.
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