Es una pregunta que muchos papás se plantean. Por su parte, los pediatras recomiendan tener presente que tanto el azúcar como la miel son alimentos dulces y que su consumo debe ser mínimo para no caer en excesos, difíciles de controlar en el crecimiento. Además sugieren: • No introducir la miel antes de los dos años y, aunque el azúcar sí se puede incluir antes, no olvidar consumirla con moderación. • A partir de los dos años se puede reemplazar el azúcar por la miel, la cual, además de azúcares, contiene pequeñas cantidades de minerales (potasio, hierro, calcio, fósforo, magnesio), vitaminas del grupo B y antioxidantes; útiles para combatir los radicales libres.