El cólico del lactante se manifiesta en llanto que no tiene razón aparente, y los padres se sienten impotentes y frustrados ante esta situación. Alrededor del 20% de los recién nacidos sufre de cólico, generalmente comienza entre la segunda y cuarta semanas de vida y tiende a desaparecer una vez que ha cumplido los cuatro meses de edad.
Por regla general, los cólicos suceden durante la tarde o al iniciar la noche, pero no siempre, en algunas ocasiones se presentan en otro momento del día. Un bebé con cólicos comienza a llorar y gritar sin previo aviso ni motivo aparente, estirando los bracitos y las piernas para luego encogerlos sobre su estómago. Incluso, algunos se ponen rojos por el llanto.
Los especialistas no llegan a un acuerdo definitivo acerca de qué es lo que produce los cólicos del lactante. Algunos estudios señalan que cuando el bebé succiona su leche del biberón o el pecho, o cuando llora, también traga aire y que esto es lo que causa que el intestino se llene de gases, provocando los molestos cólicos del lactante.
Sin embargo, otras teorías sugieren que la presencia de gases más bien se debe a que, cuando al llorar el bebé, traga demasiado aire, pero que este no causa dolor ni distención de los intestinos. Incluso hay especialistas que afirman que los cólicos se pueden deber a una inmadurez del sistema digestivo, a su temperamento o que aún no se han adaptado a la vida fuera del útero.
Todos los recién nacidos lloran, pues no tienen otra forma de expresar su molestia o incomodidad. El llanto cotidiano no es necesariamente por cólicos. Sin embargo, si un bebé tiene varios periodos a la semana de llanto agudo, inquietud y que resulta difícil de consolar, es necesario consultar al pediatra para confirmar que se trata de cólico y no de otro problema que pueda poner en riesgo su bienestar.
Lo cierto es que muchas madres experimentadas sugieren algunas medidas que pueden ayudar a consolar a un bebé con cólicos del lactante:
-Consolar, arrullar y abrazar al bebé cuando está llorando. No lo vas a malcriar, le vas a manifestar que es un niño amado y cuidado, de modo que vas a crear un vínculo de amor que durará toda la vida.
-Evita en la medida de lo posible que el bebé succione aire al ser alimentado, ya sea con biberón o al pecho.
-Si estás amamantando al bebé, prueba evitar comer brócoli, frijoles, garbanzos u otros alimentos que producen gases, además de productos lácteos.
-Si toma leche de fórmula, solicitar al médico que le ofrezca una alternativa diferente.
-Sacar el aire al bebé en dos ocasiones durante cada alimentación: La posición más efectiva es con el niño en posición vertical recargado en tu pecho, dale suaves golpecitos o un masaje en la espalda. Cada niño es diferente de modo que hay que experimentar cuál es la posición que mejor le funciona.
-Ofrecerle un chupón, una vez que la lactancia se ha establecido correctamente.
Todo lo que puedas hacer para que los primeros meses de tu bebé en casa sean agradables y llenos de buenos momentos, vale mucho la pena.
