La leche materna no sólo aporta muchos beneficios a la salud del bebé, sino que, además, lo previene de diversos padecimientos. Así lo asegura la Asociación Española de Pediatría, la cual, a través de diferentes estudios, demostró que dar pecho al bebé reduce en un 25% el riesgo de que padezca obesidad y diabetes a futuro. Asimismo se comprobó que tiene un impacto positivo en su desarrollo intelectual. Los niños amamantados tienen mejor crecimiento psicomotor y social durante el primer año de vida y obtienen mayores puntuaciones en las pruebas cognitivas y de coeficiente intelectual en la etapa escolar.