Entres los seis meses y los tres años, la necesidad de hierro en un niño se calcula en un promedio de 7 miligramos al día. Los alimentos que contienen una mayor cantidad de hierro “biodisponible” (velocidad en la que un nutriente llega al lugar de acción y se absorbe) son los de origen animal: carnes rojas, carnes blancas y huevo. También se encuentra en las legumbres y en las verduras de hoja verde como las espinacas o las acelgas y en alimentos hechos a base de cereales integrales como el pan, los cereales fortificados, la pasta y las galletas. Para aumentar la biodisponibilidad del mineral se debe consumir acompañado de vitamina C.