Durante los primeros 12 meses de vida, los huesos del cráneo de un bebé se van fusionando y las fontanelas -espacios vacíos que quedan entre ellos- se cierran. No obstante, a veces esto puede tomar un poco más de tiempo, por lo cual es importante tomar ciertas precauciones:
Durante los primeros 6 meses se sugiere cambiar de manera frecuente la posición en la que duerme el bebé para evitar el llamado “aplanamiento de cabeza” -presión que la deforma ligeramente-.
Asegúrate de brindarle una dieta rica en calcio para el perfecto desarrollo de sus huesos.
Jugar al aire libre favorece el desarrollo óseo y la luz del sol ayuda a generar y sintetizar la vitamina D.