Son uno de los órganos más delicados del cuerpo humano. Muchas mamás los limpian introduciendo un hisopo, no obstante, esto puede dañar el tímpano. Para hacerlo correctamente sigue estos tips de los expertos en higiene infantil:
Después del baño seca el oído superficialmente con una toalla. Ahora, limpia con un hisopo solo la parte exterior del oído, de adentro hacia afuera, quitando el exceso de cerilla o suciedad.
¡Cuidado! No intentes quitarle la cera que hay dentro del oído, ya que puedes lastimar a tu pequeño.
Observa. La cerilla debe ser fina y amarillenta, si notas cambios en el color, textura o consistencia, es necesario que consultes a un especialista.