La circuncisión tiene su origen en prácticas rituales y religiosas ancestrales. Forma parte de la ceremonia del Khitan entre los musulmanes y el Brit Milah (Bris) entre los judíos. Existen algunas sociedades africanas que también la practican.
Cuando no se realiza por motivos religiosos, la circuncisión es un procedimiento quirúrgico muy sencillo en el cual se retira la piel del prepucio que recubre la punta del pene del bebé. Generalmente se lleva a cabo en el hospital, a los dos o tres días de nacido el bebé, pero también es posible hacerlo en un consultorio. En la gran mayoría de los casos el pene cicatrizará por completo en un lapso no mayor a diez días.
En los Estados Unidos se realiza la circuncisión a la mayoría de los varones recién nacidos. En este caso es por motivos culturales, como una costumbre para que el niño al crecer, no se sienta o se vea diferente a sus pares.
En la actualidad existe un debate sobre si la circuncisión es aconsejable desde el punto de vista médico o profiláctico. Algunos especialistas sugieren realizar la circuncisión, sólo si el padre del niño está circuncidado, de modo que cuando sea un poco mayor encuentre similitudes físicas en su pene y el de su padre.
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics), en un análisis reciente, concluyó que los beneficios médicos de la circuncisión son mayores que los riesgos. Los estudios concluyeron que los bebés circuncidados tienen un riesgo ligeramente menor de sufrir infecciones de las vías urinarias y ofrece cierta protección contra el cáncer de pene, aunque esta es una enfermedad muy poco frecuente. Otros estudios sugieren que un hombre circuncidado tiene menores probabilidades desarrollar enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, estos datos no son tan definitivos como para recomendar la circuncisión neonatal rutinaria en todos los niños.
Por todo esto se recomienda que la decisión la tomen los futuros padres en conjunto con el pediatra, considerando tradiciones familiares, médicas y culturales, así como creencias personales.
Los beneficios de la circuncisión son:
-La higiene del pene es mucho más sencilla, ya que no es necesario retraer el prepucio para lavar y secar.
-Ofrece una ligera disminución en el riesgo de padecer infecciones urinarias y de transmisión sexual.
-Si bien el cáncer de pene es muy poco frecuente, algunos estudios sugieren que el riesgo de padecerlo es ligeramente menor en hombres circuncidados y el cáncer cervicouterino es menos frecuente en sus parejas.
En algunos casos, cuando el prepucio está demasiado apretado como para retraerlo sobre el glande, es necesario realizar la circuncisión por motivos médicos.
