La falta de sueño o insomnio suele ser frecuente durante el embarazo, y sus razones pueden ser desde físicas hasta psicológicas. No obstante, cambiando algunos hábitos podrás dormir mucho mejor.
No cenes tarde
Deja pasar al menos dos horas antes de irte a dormir después de haber comido. Si no, es probable que tengas reflujo, agruras y molestias que te impidan dormir.
Duérmete del lado
Seguramente sabes que debes dormir de lado y no boca arriba para reducir la presión del útero en otros órganos. De acuerdo con la American Pregnancy Association, dormir de lado tiene un importante beneficio adicional: mejorará tu circulación y por ello el flujo de nutrientes a tu bebé.
No te resignes
Si de plano no puedes dormir, cambia la actividad. Párate, ve por un vaso de agua, lee un poco en el sofá. Después, regresa a la cama, muy probablemente conciliarás el sueño más rápido que si te quedas en la cama sin hacer nada más que pensar.
Siestas cortas
Si puedes dormir durante el día, hazlo; pero no más de 30 minutos. Si duermes más te quitará el sueño por la noche.
Baja la temperatura
Durante el embarazo el cuerpo se calienta. Puedes sentirte incómoda y con calor, por lo que puedes usar un ventilador o aire acondicionado para estar cómoda.
Desconéctate
Minutos antes de la hora de dormir, desconéctate de cualquier estimulación electrónica. Tampoco hagas ejercicios porque liberarás endorfinas, hormona que te quitará el sueño.
La cama es sólo para el sexo y para dormir. No trabajes en la cama, ni pagues cuentas, hagas llamadas laborales o contestes mails desde el teléfono, tu cuerpo tiene que saber que la cama es para dormir y para el sexo, y debes entrenarlo para que lo sepa.