La maternidad es una experiencia que transforma por completo la vida de una mujer, ya que es una etapa de alegrías y emociones intensas, pero también de grandes desafíos, tanto físicos, emocionales y mentales. Desde el momento del parto hasta los primeros meses del posparto, el cuerpo y la mente de las nuevas mamás atraviesan un proceso de adaptación y cambio constante. Y en medio de estos movimientos, al que se le suma el cuidado del recién nacido, es fácil olvidar que mamá también necesita atención, cuidado y contención emocional.
Por ello, el autocuidado en la maternidad no es lujo ni un acto de egoísmo, es una necesidad vital. Que las mamás cuiden de sí mismas es parte de cuidar al bebé. En este artículo te compartimos una mirada a la importancia del autocuidado y por qué es fundamental para una crianza saludable.
La maternidad y su proceso de transformación
Convertirse en mamá redefine a las mujeres, ya que el embarazo y posparto provocan cambios hormonales intensos, alteraciones en la percepción del tiempo, de la imagen corporal, del deseo sexual, así como de las prioridades vitales. Este proceso puede vivirse como una crisis, pero también como una oportunidad de crecimiento interior.
De acuerdo con la psicología perinatal, este periodo se describe como una etapa de “reconfiguración identitaria”. Es decir, la mujer deja atrás una versión de sí misma para convertirse en madre. Lo cual conlleva una gran carga emocional: dudas, cansancio y miedos; pero también es la apertura a nuevas capacidades como la empatía, intuición y resiliencia. Entender este proceso permite a las mujeres vivirlo con más consciencia y menos exigencia.
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Los riesgos del olvido de sí misma
Cuando una mamá se olvida de sí misma, todo su entorno puede verse afectado. Y es que la falta de autocuidado se puede manifestar con agotamiento físico, irritabilidad, problemas para vincularse con el bebé e incluso con cuadros de depresión posparto y ansiedad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cinco mujeres experimenta algún trastorno de salud mental durante el embarazo o el primer año tras dar a luz.
El mito de la “madre perfecta” o de la “supermamá” lleva a muchas mujeres a exigirse más allá de lo que pueden dar, sin pedir ayuda y sin reconocer sus propios límites. Por ello es fundamental recordar que, para cuidar bien de otro, primero hay estar bien con uno mismo.
Cómo cuidar de ti, sin culpa
Establece límites realistas
No se puede hacer todo y no todo debe hacerse. Establece prioridades y suelta lo innecesario, pues te ayudará a reducir el estrés. Y recuerda, no estás fallando por pedir ayuda o por no llegar a todo.
Cuida tu cuerpo
Aliméntate bien, duerme lo que puedas (cuando el bebé duerme), hidrátate y muévete suavemente; todas estas acciones son fundamentales para el autocuidado físico. No hace falta ir al gimnasio, una caminata o unos estiramientos en casa pueden marcar la diferencia.
Cuida la mente
Escucha tus emociones, habla con alguien de confianza, escribe un diario o practica respiración consciente –técnica que implica prestar atención a cada inhalación y exhalación–, estas actividades pueden ayudarte a liberar tensiones; y dedica al menos 5 minutos al día para algo que disfrutes y que sea sólo para ti.
Pide ayuda cuando lo necesites
Pedir ayuda no te convierte en alguien débil, al contrario, te hace más sabia. Ya sea a tu pareja, familia, amigas o profesionales. Delegar es cuidar.
Red de apoyo
Rodéate de personas que te comprendan y sostengan. Participa en grupos de crianza o tribus de madres, donde puedes encontrar una contención emocional y aprendizaje compartido.
El autocuidado no es egoísmo, es parte de la crianza
El bienestar emocional de la madre tiene un impacto directo en el vínculo con el bebé. Estudios señalan que las mamás que se sienten emocionalmente acompañadas y físicamente cuidadas logran forjar un apego más seguro con sus hijos.
Es por eso que el autocuidado es fundamental, ya que cuando te cuidas, enseñas que las necesidades emocionales tienen un gran valor y que los límites son saludables. Cuidarse es un actor de amor propio, pero también de educación emocional.
Consejos: qué hacer para un autocuidado en el día a día
- Puedes respirar profundo 3 veces antes de cada toma o cambio de pañal. Es tu anclaje.
- Elige una actividad placentera cada día (aunque dure 5 minutos): tomar una taza de té en silencio, escuchar una canción o un baño largo.
- Crea un ‘Kit de emergencia emocional’: un libro, una playlist, un perfume o algo que te reconecte contigo.
- Duerme cuando puedas, no cuando “deberías”.
- Acepta ayuda para tener 30 minutos exclusivamente para ti.
- Integra al bebé en tus momentos: baila con él, medita con él en tus brazos o sal a pasear escuchando tu música favorita.
La maternidad transforma en muchos ámbitos. Y ésta no debe invisibilizarte, al contrario. Siempre debes poner por delante tu bienestar, ya que es una forma de amor, hacia ti y hacia tu pequeño. No hay una manera perfecta de ser madre, pero sí muchas formas de serlo con presencia, ternura y equilibrio.
REFERENCIAS:
Cómo cuidar de nosotros mismos puede convertirnos en mejores padres y madres (2024)
El equilibrio de la maternidad: cuidarte a ti para cuidar a tu bebé.
https://mindup-psicologos.es/el-equilibrio-de-la-maternidad-cuidarte-a-ti-para-cuidar-a-tu-bebe/
Salud mental y bienestar: Cómo cuidar de tus hijos y de ti mismo
https://www.unicef.org/parenting/es/salud-mental-bienestar
Consejos de cuidado personal para progenitores
https://www.unicef.org/parenting/es/salud-mental/consejos-progenitores
Día Mundial de la Salud Mental Materna (2022)
https://www.gob.mx/insabi/es/articulos/dia-mundial-de-la-salud-mental-materna-04-de-mayo?idiom=es
Lanzamiento de la guía de la OMS para la integración de la salud mental perinatal en los servicios de salud maternoinfantil (2022)
Ser mamá y cómo evitar perderme en mi nueva identidad (2023)
https://blog.tecsalud.mx/portal-de-papas/ser-mama-y-como-evitar-perderme-en-mi-nueva-identidad