La piel del bebé es muy delicada, pues su capa más externa es muy fina, y si tiene diarrea, es mucho más fácil que la suave piel de sus pompitas se lesione y roce.
Por lo general, las diarreas no son enfermedades graves, el peligro es que se pueda deshidratar. Las causas más frecuentes de diarrea en bebés son:
La alimentación: ya sea por un error en la medición de la fórmula láctea, o en bebés que están comenzando con papillas, que algún alimento no les caiga bien.
Infecciones: por algún virus o bacteria que se pudiera haber filtrado en la preparación del biberón, o de otras muchas maneras.
Medicamentos: algunos antibióticos, o procinéticos que se utilizan para el reflujo, también pueden producir una ligera diarrea.
Dentición: a pesar de que no existe evidencia científica contundente, la aparición de los primeros dientes puede producirla, aunque suele ser leve.
La diarrea puede alterar el Ph de las deposiciones del bebé, haciéndolas más ácidas, y esto aunado a la humedad dentro del pañal hace muy probable que se presenten rozaduras; y si a este ambiente tibio se le agrega un hongo o una bacteria, puede aparecer una forma muy grave y dolorosa de rozadura: la dermatitis del pañal, que debe ser tratada por un pediatra.
En caso de diarrea, es muy importante conocer y resolver la causa, particularmente en bebés menores de seis meses de edad o que únicamente se alimentan con leche, ya sea materna o de fórmula.
Para evitar las rozaduras por diarrea y popó ácida, algunas recomendaciones son:
- Cambiar el pañal inmediatamente después de cada evacuación.
- Limpiar con cuidado el área, con algodón mojado en agua con bicarbonato o té de manzanilla.
- Dejar que el área se seque al aire antes de colocar el nuevo pañal.
- Utilizar una pomada o crema anti-rozaduras, solo si la recomienda el médico.
- Evitar a toda costa las recetas caseras.
Si presentan granos, ampollas, úlceras, protuberancias, descamación o llagas de pus, es muy probable que sea dermatitis de pañal. En este caso debes evitar las cremas anti-rozaduras comerciales, que pueden agravar el problema, y consultar al pediatra para que lo revise y te recomiende el mejor tratamiento.