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Cuidado de los pechos durante la lactancia

Cuidado de los pechos durante la lactancia
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La leche materna es el alimento perfecto para el bebé, pues está diseñado para cubrir al 100% las necesidades específicas de nutrición. Sin embargo, muchas madres se desaniman y deciden abandonar la lactancia por dificultades e incomodidades.


Los pezones, que vienen sensibles desde el embarazo y se ven sujetos a la presión, succión y saliva del bebé cada dos horas o menos, pueden lastimarse causando dolor y grietas. El dolor y la incomodidad no deberían durar mucho tiempo, los pezones se irán acostumbrando y adaptando a esta nueva función y a partir de ese momento puede establecerse la lactancia de forma exitosa.


En la mayoría de los casos en que esto no sucede es debido a una posición inadecuada para la lactancia, o a que el bebé no toma completo el pezón y lo lleva al paladar, abarcando con sus labios la parte inferior de la aréola en su boquita. Para comprobar el agarre adecuado de tu bebé al pecho te puedes apoyar en el pediatra o una consultora de lactancia

Algunas medidas para prevenir las grietas en los pezones son:

  • Durante el baño diario lava tus pechos con agua y jabón y enjuágalos abundantemente, no es necesario esterilizarlos ni limpiarlos cada vez que amamantes. Las pequeñas protuberancias alrededor del pezón, llamadas glándulas de Montgomery, producen un aceite que hidrata y protege los pezones. Además, las bacterias presentes en la piel del pecho pueden ayudar a desarrollar el microbiota intestinal de tu bebé.
  • La leche materna tiene múltiples propiedades antiinfecciosas y antiinflamatorias. Algunas mamás experimentadas afirman que la leche materna fresca puede ayudar a sanar los pezones dañados, así que un suave masaje con gotas de leche antes y después de las tomas también puede ayudar.
  • Utiliza protectores absorbentes dentro del brasier y cámbialos con frecuencia para evitar que la humedad esté en constante contacto con la piel de tu pecho.
  • Evita aumentar el tiempo entre tomas. Mientras más amamantes, más pronto se adaptarán tus pezones, además de que tu bebé necesita alimentarse a libre demanda para mantenerse sano y crecer. Recuerda que la producción de leche se mantiene con la succión constante del bebé.
  • Al retirar a tu bebé, evita jalar tu pecho, es mejor meter un dedo entre sus labios y el pezón para romper con el vacío.
  • Utiliza pezoneras o algún medicamento tópico solamente si tu médico lo indica, y sigue al pie de la letra las instrucciones.
  • Si, aun así, el dolor en los pezones y las grietas persisten después de un mes, acude a un especialista o consultora de lactancia. La presencia de puntos blancos o grietas en los pezones puede ser un síntoma de candidiasis; unos pezones blanquecinos o azulados se pueden deber a un problema circulatorio y la presencia de pus o enrojecimientos con picor son signos de infección.

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