El uso prolongado del biberón puede provocar caries y deterioro de los dientes, así que es importante que hacia finales del primer año de vida tu bebé comience a beber de un vasito entrenador.
Para lograrlo, te compartimos algunas recomendaciones:
¡Qué lindo vasito!
A los 6 meses, cuando ya sientas a tu bebé en la mesa y lo introduces a los sólidos, es un buen momento para presentarle un vasito entrenador. Quizá no sea muy hábil para manejarlo, pero cuando llegue el momento de dejar su mamila, no le parecerá un objeto extraño.
Hazlo gradualmente
No desaparezcas todas las mamilas de la noche a la mañana. Comienza ofreciéndole el vasito a la hora de la comida. Cuéntale que ya es un bebé grande y que tomará en un vasito como su mamá. Después de unos días, quita el biberón de la siguiente comida y así sucesivamente.
La hora de dormir
La mamila más difícil de quitar suele ser esta, pues ya está integrada a la rutina para ir a la cama. Sin embargo, dormir a tu bebé bebiendo leche tiene dos inconvenientes: su boca se quedará con bacterias durante la noche y lo volverás dependiente a un objeto para conciliar el sueño.
Ofrécele un vasito a la hora de la cena, en la mesa, y continúa con las otras actividades de todos los días (leer un libro, un baño de tina y bajar la luz, etcétera). Los primeros días será difícil, trata de distraerlo cuando pida su biberón.
Fuera de la vista
Si tu bebé ve la mamila mientras se da el cambio al vasito es posible que tenga un retroceso y vuelva a rechazarlo. Una vez que se la quites, desaparécela de su vista.
Cambio de leche
Pronto, tu pediatra te recomendará cambiar de fórmula a leche de vaca, así que puede ser un buen momento para comenzar también esta transición.
Si sigues amamantando
Dale agua o jugo en la tacita para que comience a acostumbrarse a beber en ella.