Navidad es una fecha muy esperada, la cual se vuelve más especial si tu bebé recién llega a casa. Por ello, te damos algunas recomendaciones para disfrutar esta temporada, con calma y sin preocupaciones.
No te compliques. Esterilizar biberones, cambiar pañales y despertarse todas las noches es suficiente. Este año, no tienes que cumplir con todas las tradiciones navideñas. Deja la decoración de galletas, la preparación del bacalao y las tarjetas personalizadas para después.
Mantenlo familiar. Si estás amamantando o tienes peticiones especiales para las personas con las que cenas en Navidad o Año Nuevo (como bajarle a la música a cierta hora para no despertar al bebé), quizá prefieras estar con tu círculo de confianza.
Olvídate de los “compromisos”… No faltará la amiga o colega del trabajo que se ofenda porque no vas a su posada. Pero la mayoría entenderá que tus prioridades en este momento son tu bebé y tu descanso.
Evita las fiestas… Si tienes ánimos, no tiene nada de malo salir, solo recuerda que necesitas guardar energía para cuidar a tu peque; y es mejor que no lo lleves (hace frío, mucha gente se enferma de gripa y lo querrán cargar). Los primeros meses de vida es importante protegerlo de infecciones.
Sé práctica… Decide qué prefieres, si cenar en tu casa o ir a casa de alguien (tienes la ventaja de no ser anfitriona). Si decides invitar a tu casa, pide a la gente que llegue temprano y que traiga algún platillo. O compra la comida hecha. Haz recuerdos… Los bebés recién nacidos son perfectos para fotografiarse. Disfraza al tuyo de algún tema navideño y diviértete con tu modelo.