El acné neonatal se caracteriza por la aparición de pequeños bultos rojos o blancos en las mejillas, nariz, frente del bebé o el cuero cabelludo; esto suele suceder entre la segunda y la cuarta semana después de nacido. Algunos bebés también presentan pequeños bultos blancos, cuyo tamaño es semejante a la punta de un alfiler, en la nariz, mentón o las mejillas, a lo que se denomina milia.
El acné neonatal es una condición benigna que no duele, pica o arde y a diferencia del acné juvenil, no se enquista ni suele infectarse, de modo que no dejará cicatrices en la piel del bebé.
Alrededor del 20% de los recién nacidos presenta acné neonatal, con mayor frecuencia en niños que en niñas, y aunque esta condición es bastante común e inocua puede preocupar y angustiar a los padres.
Las causas del acné neonatal se desconocen; sin embargo, algunos especialistas creen que puede estar relacionada con la estimulación de las glándulas sebáceas por la acción de las hormonas suprarrenales y gonadales del bebé o con antecedentes familiares de piel con tendencia al acné, entre otras.
Como ya dijimos, el acné neonatal es una condición benigna que tenderá a desaparecer por sí sola alrededor de los tres meses de edad, sin requerir de tratamiento ni tener mayores consecuencias. Sin embargo, para que los padres estén tranquilos, puede ser recomendable que, en la siguiente visita de control con el pediatra, lo mencionen para que pueda confirmar el diagnóstico y en todo caso, ofrecer algunas recomendaciones.
En la mayoría de los casos el acné se curará espontáneamente, pero mientras tanto, puedes tomar ciertas medidas para cuidar y proteger su delicada piel:
-Manteniendo limpia su carita y cuero cabelludo, con el baño diario, utilizando un jabón neutro y secando el área completamente.
-No restregando o frotando las áreas afectadas para evitar cualquier irritación.
-No aplicando lociones, aceites o pomadas, salvo que el pediatra lo indique.
Como esta condición suele desaparecer al poco tiempo, casi nunca es necesario dar un tratamiento. Si se prolongara más allá de lo habitual, el especialista podrá recomendar alguna crema u otro medicamento.
Nunca mediques a tu bebé sin el consentimiento previo del médico, recuerda que su piel es muy delicada y su capa exterior, mucho más fina que la de un niño mayor, lo que la hace permeable; es por esto que nunca debes aplicar un producto para la piel que no esté especialmente formulado para el bebé, y mucho menos si éste contiene medicamentos o sustancias que puedan ser tóxicas, salvo que sea bajo vigilancia médica. Para el cuidado de la piel de tu bebé es muy importante consultar al pediatra en cuanto a cremas, jabones, lociones o bloqueadores solares.
Si quieres leer más del tema, te compartimos información en el siguiente link: afecciones en la piel de los recién nacidos.