El cordón umbilical conecta a la placenta con el bebé cuando está creciendo dentro de mamá. A través de la placenta y el cordón umbilical, el bebé recibe de mamá todo lo que necesita para crecer y desarrollarse adecuadamente.
Las funciones del cordón umbilical son:
- Nutrición: lleva los nutrientes que necesita a través de la placenta.
- Oxigenación: transporta sangre rica en oxígeno.
- Excreción: desecha dióxido de carbono y residuos de la alimentación.
- Sistema inmunológico: al final del embarazo la madre envía sus anticuerpos para que el bebé vaya formando su sistema inmunológico.
Una vez que nace el bebé, el médico obstetra pinza y corta el cordón o permite al padre que lo corte, es un acto familiar significativo. Al pequeño tramo que queda en su pancita y que mide unos pocos centímetros se le llama muñón umbilical. Éste se secará y caerá solo, al cabo de algunos días, dejando la única cicatriz que compartimos todos los seres humanos: el ombligo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el pinzamiento y corte del cordón umbilical entre el primero y tercer minuto después del nacimiento, salvo en los casos en que sea necesario trasladar inmediatamente al bebé. El motivo es que mantener el flujo sanguíneo entre la placenta y el recién nacido puede mejorar su dotación de hierro.
Por regla general, el muñón umbilical se secará y caerá entre los 7 y 21 días de nacido el bebé, y el ombligo cicatrizará por completo entre los 3 y 5 días siguientes. Sin embargo, hasta que se caiga y cicatrice completamente, requiere de cuidados especiales para que no se irrite o se infecte.
Desde el nacimiento hasta que se caiga el muñón y cicatrice el área, debes tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Aplicar al pie de la letra los cuidados que indique el pediatra.
- Mantener el muñón y el área circundante limpia y seca.
- Evitar que el pañal invada el área del muñón y que éste tenga contacto con la pipí o popó; utiliza pañales para recién nacidos que tienen un corte a la altura del ombligo para este propósito.
- Después del baño diario seca perfectamente el muñón y el área del ombligo con una gasa estéril.
- Evita las camisetas que se abrochan entre las piernas hasta que se haya caído el muñón y el ombligo haya cicatrizado por completo.
- Si el clima lo permite, deja al bebé en pañal y camiseta de modo que le dé el aire en la zona, lo que facilitará su cicatrización.
- Nunca trates de jalarlo o de quitar la pinza, tampoco lo talles o restriegues.
- No uses alcohol o ningún antiséptico salvo que el pediatra lo haya recomendado.
- Nunca fajes al bebé ni pongas monedas, semillas o cualquier otra cosa en el área del ombligo.
- Una vez que se ha caído, puede quedar un punto de tejido sin cicatrizar, pero en pocas semanas debe sanar completamente.
Las infecciones del cordón umbilical son poco comunes; sin embargo, debes llamar al médico si la piel alrededor del muñón se ve roja o inflamada, parece doler, el muñón huele mal o supura un líquido amarillento o si sangra de manera continua.