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Reaccionar asertivamente: berrinches y rabietas en niños de 1 a 2 años

Mamá con su hijo haciendo berrinche
Tiempo de lectura: 5 minutos

Guía paso a paso: Cómo reaccionar asertivamente a los berrinches y rabietas

Los berrinches y rabietas son una etapa temida y a veces malentendida por las madres, sobre todo, las primerizas, debido a muchas ideas preconcebidas de la sociedad. Sin embargo, se puede transitar por esta etapa sin conflictos con esta guía paso a paso que te dirigirá a reaccionar asertivamente a los berrinches y rabietas de 1 a 2 años y sembrar semillas de comunicación futura con tus hijas e hijos.

Necesitamos tener desde el inicio esto en mente: no se trata de “eliminar” los berrinches o “controlar” a los niños, esas son soluciones a corto plazo y nuestro plan debe ser sentar las bases para una de las relaciones más importantes de nuestra vida, la relación con nuestras hijas e hijos y esta etapa de rabietas es una gran oportunidad. Ahora te voy a contar por qué. 

¿Por qué hacen berrinches y rabietas los niños de 1 a 2 años?

Antes que nada, debemos tener algo de contexto: los berrinches no son un comportamiento que surge de improviso o sin una causa, de hecho, los berrinches son parte del desarrollo de los niños.

Según la U.S. National Library of Medicine “Las rabietas o “berrinches” son comportamientos naturales durante el desarrollo de la primera infancia. Los niños tienen una tendencia normal y natural a afirmar su independencia a medida que aprenden que son seres separados de sus padres.

Este deseo de control a menudo se manifiesta diciendo “no” frecuentemente y teniendo rabietas. Éstas empeoran por el hecho de que el niño puede no tener el vocabulario para expresar sus sentimientos….

Es normal, así que calma…

Como ves, son comportamientos normales y no tienen nada que ver con tu habilidad como madre, inician cuando tu bebé comienza a moverse por sí mismo y comienza a darse cuenta de que es una persona distinta de ti (lo creas o no, por el tiempo que está tu bebé dentro de ti y su extrema dependencia los primeros meses, los bebés se sienten una unidad con su madre, conforme crecen y maduran se dan cuenta de que son una persona diferente a mamá y que pueden tener sus propias ideas y preferencias) 

También a partir de los 12-18 meses, las niñas y niños pueden moverse más y comienzan a descubrir los límites del mundo, no pueden alcanzar muchas cosas brillantes y llamativas; en otras ocasiones mamá o papá los retiran de algún objeto que les llama la atención o tratan de hacer algo y su cuerpecito no responde a lo que deseaban.

Los bebés y niños pequeños son emoción pura, como pueden reír a carcajadas, pueden soltarse a llorar a gritos o enfurecer si algo no sale como esperaban, y en su pequeño mundo muchas cosas no van a ser lo que esperan porque los adultos que cuidamos de su seguridad tenemos reglas y normas .

Nuestro peque puede empeñarse en querer tocar las figuras de la casa de la tía Gertrudis, pero no se lo permitiremos, ni le permitiremos asomarse a la ventana, o no podemos traerle la luna que brilla en el cielo y que quiere tocar ahora mismo.

Están conociendo el mundo, y al enfrentarse a muchas situaciones que no conocen surgen emociones, que tampoco conocen y que no saben controlar, nuestra labor como madres y padres es enseñarles todas esas habilidades, aconocer y nombrar sus sentimientos, expresarse y manejar su frustración. 

¿Cómo prevenir berrinches y rabietas en niños de 1 a 2 años?

Ahora que ya sabemos más a profundidad qué son los berrinches, podemos hablar de prevención. Aquí te daré una lista de ideas que pueden ayudarte a prevenir estos comportamientos y, si es posible, disminuirlos. 

Observar

Observa y conoce a tu bebé: su carácter, horarios y gustos. Y toma nota, ¿cuándo ha hecho berrinche? ¿En la tarde-noche? ¿Cuando está cansado? ¿Se presentan cuando regresamos de algún lugar donde hubo mucho movimiento y gente? ¿Si tiene hambre? 

En ocasiones, darnos cuenta que muchos berrinches son causados por sueño, cansancio o hambre nos permite tomar algunas medidas para prevenir el estallido. Si saldremos y es posible que nuestra hija o hijo tenga hambre, llevaremos algún snack y agua, o pequeños juguetes para que se entretenga si tenemos que esperar un buen rato.

No tengamos expectativas fuera de la realidad 

En ocasiones esperamos comportamientos mucho más maduros para la edad que tienen nuestras hijas e hijos, comentarios de familiares que nos hacen esperar que un bebé de 2 años permanezca sentado y sin hacer ruido durante una reunión de adultos, por ejemplo.

Por eso es importante informarnos sobre sus etapas de desarrollo y saber que comportamientos esperar a qué edad.

Nombrar los sentimientos 

Reconocer y nombrar nuestros sentimientos es una habilidad que tenemos que enseñar a nuestros hijos, simplemente el decir “estás muy enojada” es de gran ayuda, ya que poco a poco tu hija o hijo aprenderá a reconocer y nombrar qué sentimiento tiene y a expresarlo.

No te unas a su descontrol 

No puedes enseñar autocontrol y serenidad con gritos y maltrato, estar tranquilos es el mejor ejemplo para nuestros hijos. Ellos miran y absorben nuestras actitudes y comportamiento y en el momento que las emociones les desbordan, el que sientan que estamos en control, lo creas o no, es de gran ayuda.

Cero etiquetas 

Una niña o niño que hace o hizo un berrinche necesita guía y contención, no que le digan “malo”, “feo”, “llorón” o demás. Estas etiquetas tienen un doble efecto negativo, dañan la autoestima y fijan en los niños el comportamiento, si mamá dice que soy “enojón”, “llorona” o “malo” es porque debe ser cierto.

Límites físicos 

En ocasiones tendremos que retirarnos del lugar con nuestro hijo; en otras podemos darle espacio, si estamos en un entorno seguro, para llorar o tranquilizarse; solo, a veces, tendremos que intervenir físicamente para evitar que se lastime o lastime a los demás.

¿Cómo controlar mi enojo?

Como vimos, los berrinches pueden ir disminuyendo conforme los niños maduran, y dependiendo de la contención y ejemplo que tengamos con ellos manejarán poco a poco sus emociones. Pero nosotros como madres también necesitamos pautas para ayudarnos a manejar la frustración cuando nuestra hija o hijo no se comporta como esperamos. 

Piensa con benevolencia 

Los niños no hacen berrinche porque realmente desean hacerte enojar, ellos se descontrolan y es parte de la inmadurez propia de su edad, el darnos cuenta de que realmente ellos también lo están pasando mal, y nosotros somos quienes tenemos más herramientas y control sobre nuestro entorno, cambia nuestra perspectiva. 

¿Seguirá siendo importante esto dentro de unos días?

Muchas veces nos enfadamos o peleamos con nuestros hijos por situaciones que realmente no ameritan la energía, en ocasiones es mejor dejar que usen un suéter que no combina, o tenis con el vestido en lugar de los zapatos que queríamos, o que use ese traje de princesa día tras día a enfrascarnos en luchas de poder con nuestros pequeños.

Otras veces tendremos que esperar la maduración física y mental, y mientras habrá que seguir cambiando pañales, ayudándoles a abrocharse las agujetas o a lavar sus manos una y otra vez, esto es la maternidad. 

Olvida a los “opinólogos” 

Una joven madre con su hijo es el blanco perfecto de  las opiniones de todo conocido o desconocido, de predicciones sobre el futuro si no “controlamos” a nuestros hijos o si no les damos un golpe, de como a ellos los hicieron “personas de bien” a base de nalgadas y castigos, y muchas veces terminamos siendo reactivos a las opiniones y comentarios de una desconocida en la fila en lugar de centrarnos en la relación con nuestros hijos, que finalmente es a ellos a quienes llevamos a casa y es con quienes viviremos más años que ese breve incidente en el supermercado.

En conclusión 

No hay una fórmula única para saber cómo reaccionar ante los berrinches y rabietas, depende de cada situación, del carácter de nuestras hijas o hijos y del nuestro también. 

Pero nuestras reacciones serán los cimientos de la futura relación y comunicación que tendremos durante muchos años, vale la pena tomarnos un tiempo para sembrar en sus corazones amor y respeto, con paciencia y ejemplo poco a poco irán desapareciendo estos estallidos y podrán explicarnos su enojo y frustración, las emociones no son “malas” o “buenas”, son eso, emociones y todos podemos enojarnos, fastidiarnos o frustrarnos, pero lo importante es saber cómo expresar nuestras emociones sin herir a los demás o causarnos problemas.

¡Nos leemos en la siguiente!

Por Leticia Jiménez
Ayudo a las mamás a ser mejores mamás dándoles herramientas que les ayuden para la crianza de sus hijos, su relación de pareja y sus emprendimientos mediante material online, asesorías virtuales y cursos presenciales.

Autora de “Berrinches y Rabietas para Mamás Imperfectas”, “Mamá y Papá también son pareja” y “De esto no se habla, testimonios sobre violencia obstétrica” .

REFERENCIAS:

  1. Jimenez Leticia. “Berrinches y rabietas. Un libro para mamás imperfectas” México, 2017;  (1)154:9672-878

MedilinePlus.gov. [Internet]. Rabietas  [Consultado el 30 de marzo de 2021]. Disponible en:  https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001922.htm

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