Durante el embarazo, cada ecografía es un momento de emoción: ver a tu bebé moverse, escuchar su corazón y comprobar que todo va bien. Sin embargo, a veces los médicos mencionan términos que pueden sonar extraños y que generan preocupación. Uno de ellos es la posición podálica, una manera particular en la que algunos bebés se acomodan dentro del útero, sobre todo en las últimas semanas antes del nacimiento.
Aunque escuchar este diagnóstico puede despertar dudas e incluso miedo, lo más importante es recordar que no estás sola, ya que tu equipo médico te acompañará en cada paso. Además, hoy en día existen distintas opciones para que el nacimiento de tu bebé sea seguro. En este artículo te ayudaremos a entender qué significa posición podálica, por qué sucede, qué alternativas existen y cómo vivir esta etapa con tranquilidad.
¿Qué es la posición podálica?
La mayoría de los bebés, al acercarse al momento del parto, se colocan de manera natural con la cabeza hacia abajo, lo que se conoce como posición cefálica. Esta es la más adecuada para un parto vaginal, ya que facilita que el bebé atraviese el canal de parto.
Sin embargo, en algunos casos el bebé se acomoda de otra manera, con las nalgas o los pies hacia abajo, en dirección al canal de parto. A esto se le llama posición podálica fetal. Aunque no es lo más frecuente, se estima que entre un 3 y 4% de los embarazos a término presentan esta situación.
Dentro de esta posición existen variaciones:
- Podálica completa: el bebé está sentado con las piernas dobladas hacia el pecho.
- Podálica franca: las nalgas apuntan hacia abajo y las piernas se extienden hacia arriba, con los pies cerca de la cabeza.
- Podálica incompleta: uno o ambos pies apuntan hacia abajo.
Saber en qué tipo se encuentra tu bebé ayuda al equipo médico a definir las mejores estrategias de atención.
Posición podálica… ¿Cuáles son las causas más frecuentes?
Una de las primeras dudas que surgen es: ¿por qué mi bebé está en esta posición? La realidad es que no siempre hay una causa clara, y muchas veces sucede de manera espontánea. Sin embargo, sí existen factores que pueden influir en que se presente la posición podálica:
- Cantidad de líquido amniótico: tanto un exceso (polihidramnios) como una disminución (oligohidramnios) pueden dificultar que el bebé se mueva libremente o gire a tiempo.
- Forma del útero: algunas mujeres tienen un útero con forma o tamaño particular (como el útero bicorne) que puede limitar el espacio para que el bebé se acomode con la cabeza hacia abajo.
- Número de embarazos previos: en mujeres que han tenido varios hijos, el tono muscular uterino puede ser distinto y favorecer que el bebé se coloque de otra manera.
- Embarazos múltiples: en el caso de mellizos o gemelos, es más común que alguno se encuentre en esta posición.
- Prematuridad: los bebés que nacen antes de tiempo aún no han completado el proceso natural de girar.
Aunque estos factores ayudan a explicar la situación, es importante señalar que en la mayoría de los casos no es algo que la madre pueda controlar.
¿Cómo se detecta la posición podálica?
El diagnóstico de la posición del bebé se realiza durante las consultas prenatales. Existen distintas maneras:
- Palpación abdominal: el médico, al tocar el abdomen, puede identificar dónde están la cabeza y las nalgas del bebé.
- Ecografía: es la herramienta más precisa y permite confirmar con claridad la posición.
- Examen físico en las últimas semanas: sobre todo cerca de la semana 36, cuando el bebé ya debería estar en la posición definitiva para el parto.
En la mayoría de los embarazos, los bebés giran por sí solos entre la semana 32 y la 36, pero algunos lo hacen incluso más tarde. Por eso, un diagnóstico de posición podálica en semanas intermedias no significa que tu bebé permanecerá así hasta el final.
¿Qué riesgos puede implicar?
Tener un bebé en esta posición no significa automáticamente que habrá complicaciones, pero sí puede aumentar ciertos riesgos durante el trabajo de parto:
- Dificultad en el parto vaginal: la cabeza del bebé, que es la parte más grande, sería la última en salir, lo que podría complicar el paso por el canal de parto.
- Mayor probabilidad de cesárea: muchos médicos recomiendan este tipo de parto para garantizar la seguridad de mamá y bebé.
- Compresión del cordón umbilical: en algunos casos, el cordón puede quedar atrapado antes de que salga la cabeza.
Por estas razones, la atención médica debe ser más cuidadosa y personalizada cuando se diagnostica una posición podálica fetal. Pero como te comentamos previammente, acércate siempre a tu especialista ante cualquier duda, antes de comenzar a generar preocupación.
Opciones cuando el bebé está en posición podálica
Si en las semanas cercanas al parto tu bebé sigue en esta posición, tu médico puede hablar contigo sobre distintas opciones:
1. Versión cefálica externa (VCE)
Es una maniobra que el obstetra realiza desde fuera del abdomen para intentar girar al bebé. Se hace en el hospital, generalmente después de la semana 36, y bajo monitoreo para asegurar que todo esté bien. No siempre funciona, pero puede ser una alternativa antes de programar una cesárea.
2. Ejercicios y posturas recomendadas
Algunas mujeres prueban técnicas como:
- Ejercicios de inclinación pélvica.
- Posturas de yoga prenatal específicas.
- Natación o ejercicios en el agua que favorecen la movilidad del bebé.
Es importante realizarlos solo bajo la guía de un especialista en embarazo o fisioterapia perinatal.
3. Espera expectante
En ciertos casos, el bebé se acomoda por sí mismo incluso en la semana 37 o 38. Por eso, algunos médicos recomiendan esperar un poco más antes de tomar decisiones definitivas.
4. Cesárea programada
Cuando el bebé no se gira y el médico considera que el parto vaginal implicaría un riesgo, la cesárea suele ser la opción más segura. La buena noticia es que este procedimiento está muy estudiado y permite un nacimiento seguro tanto para la mamá como para el bebé.
Mira el Episodio 22 de la Segunda Temporada del Podcast de bbtips®: Embarazo trimestre a trimestre: síntomas, estudios y consejos
El aspecto emocional… ¿cómo afrontarlo?
Más allá de lo físico, recibir la noticia de que tu bebé está en posición podálica puede generar ansiedad o miedo. Es normal sentir incertidumbre sobre lo que sucederá en el parto.
Algunas recomendaciones para sobrellevarlo:
- Habla con tu médico sobre todas las dudas que tengas.
- Confía en que la ciencia y la medicina actualmente ofrecen soluciones seguras.
- Apóyate en tu pareja y familia: compartir lo que sientes alivia mucho la carga emocional.
- Practica técnicas de relajación, meditación o respiración consciente para disminuir la ansiedad.
Recuerda que cada embarazo es distinto y que la posición de tu bebé no define tu capacidad de vivir una experiencia positiva de parto.
Consejos para mamás y papás
- Acude puntualmente a todas tus citas médicas.
- Mantén una comunicación abierta con tu obstetra.
- Practica posturas y ejercicios solo con supervisión profesional.
- No te culpes: la posición de tu bebé no depende de ti.
- Prepárate emocionalmente para las distintas opciones de nacimiento.
Que tu bebé esté en posición podálica no significa que algo esté mal, sino que requiere atención especial. Con acompañamiento médico, preparación emocional y la información adecuada, podrás afrontar este momento con más calma y confianza. Recuerda que lo más importante es la seguridad de tu bebé y tu bienestar.
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REFERENCIAS:
Presentación fetal antes del nacimiento (2024)
Atención al parto en presentación podálica en el medio extrahospitalario (2020)
https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC11582785
Parto de nalgas (2024)
https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000623.htm
Posiciones del bebé para nacer – La mejor postura fetal en el parto (2022)
https://www.guiainfantil.com/articulos/parto/posiciones-del-bebe-para-nacer