Normalmente, esta actividad suele producirse en un momento de intimidad entre madre e hijo, o padre e hijo. Te recomendamos algo totalmente diferente, lleva a tu pequeño a clases de baile contigo y cárgalo en una cangurera, mochila o rebozo.
Actualmente existe una tendencia orientada a que la mamá se ejercite acompañada por su hijo. La idea de esta práctica nace en Japon con Yumiko Tanaka para dar clases de baile con tu hijo a cuestas. Practican diferentes tipos de melodías en donde el objetivo es que las recién estrenadas mamás se pongan en forma después del parto, mientras los niños toman su primer contacto fuera del vientre materno con la música, un elemento que favorece su estimulación.
En estas escuelas, las mamás japonesas llevan a sus bebés en mochilas, en mei tai (sistema que utilizan las madres en China para cargar a los bebés), en brazos, y se van moviendo al ritmo de la música, siguiendo las instrucciones que les da la instructora.
Si no existe una clase de baile a la que puedas ir con tu pequeño a cuestas, pon música en tu casa y baila con él, si es muy chiquito cárgalo y si ya camina, déjalo que baile libremente y acompáñalo con sus movimientos, de esta manera podrán hacer una danza conjunta.
Esta experiencia será muy especial para los dos. Podrán disfrutar de bellísimos momentos juntos, ayudándole a su estimulación a través del movimiento, la melodía, el ritmo y una danza única que solo puede ser bailada entre ustedes dos. Además, ayudará a conectarte más con tu bebé y crear fuertes lazos que le harán sentirse aún más seguro y más relajado.
Recuerda que con música y movimiento puedes aprender y realizar ejercicios para ponerte en forma y experimentar la plenitud y el gozo de la maternidad.